CAMBIANDO DE LUGAR

Este dia volvía a tocar pescar a fondo. Tras los pertinentes preparativos de cebo y puesta a punto del material el dia anterior, decido que visitaré unas marcas que hacía tiempo no me acercaba. Será que caen un poco lejos y en mi barco/cafetera suelo tardar una hora y 10 minutos.



Personalmente, una de las libreas más bonitas y espectaculares del mar

No quería ir a los sitios que frecuento más a menudo, las piedras no son ilimitadas, y sus habitantes menos todavía, así que no me gusta "castigar" una determinada zona. Hay que hacer como antiguamente en la agricultura, osea, el barbecho. La técnica consistía en tener varias parcelas de tierra, mientras unas se cultivan, se deja una o varias sin sembrar, dejando que crezcan las hierbas o incluso quemando los rastrojos que en esas parcelas pueda haber. Al cabo de un tiempo la tierra ha vuelto a coger los nutrientes necesarios para poder cosechar otra vez con garantías, así la tierra no se empobrece.
Así pues, me gusta dejar reposar durante ciertos períodos de tiempo determinadas zonas de pesca para que se puedan repoblar de nuevo, desde luego va en nuestra contra e intereses arrasar un sitio sin dejar escama que se pasee por el fondo.



Triplete!!!


No confíaba demasiado en poder coger la barca este fin de semana, una averia en el motor auxiliar me hizo temer lo peor, suerte que tengo a "Manymanitas" David, que lo hemos podido poner a punto. El motor principal funionaba perfectamente, pero no me la quiero jugar y quedarme tirado en medio del mar. Seguridad ante todo, si no se puede salir, no se sale (no será por dias...).



El cielo empezaba a clarear cuando pusimos rumbo al pesquero. Una hora y pico por delante no dió más que tiempo suficiente para preparar el cebo, poner el bajo en la caña de pescar,...y sobre todo disfrutar del camino.



Una bonita chopa

Primero paramos en unas piedras que nos encontramos de camino, no era nuestra intención pasar allí mucho rato, pero hay que tentar lugarares nuevos. La sonda maracaba mucha actividad, pero pienso que esa era una zona más para hacer jigging que no pesca de fondo. Marqué el sitio en el gps y seguimos nuestro camino, ya volveré otro día.

Al llegar todo a punto, paramos la barca y dejamos caer nuestros bajos. Al tocar fondo las picadas no se hicieron esperar, serranos hambrientos daban buena cuenta de nuestro cebo, que para este dia eran filietes de jurel, caballa, coreano y langostino.

A bordo iban subiendo los insistentes serranos, alguna que otra chopa de buen tamaño (tengo en mente hacer una entrada hablando específicamente de la pesca de la chopa, que en mi tierra se le llama cántara, voraz y nervioso espárido). También sacamos un bonito pagel, que por cierto, este animalillo me tiene "mosca", ya que ha llegado a mis oídos que se pesca de noche a la luz de la luna llena. - Mmmmmm, será cuestión de probar...

La pieza mayor

No tuvimos que esperar demasiado tiempo para pescar una bonita roja, o caproig y su librea dió una nota de color al cubo del pescado. Pasaba el tiempo y David sacó otra roja. - Puñeta!!, le enseño yo la pesca de la roja y resulta que ahora va y pesca más que yo. Este vuelve nadando!!!!

Menos mal que al rato saqué yo una. Al menos no me iba de vacío, una ya me bastaba, la jornada ya había valido la pena.

Nunca pescábamos sobre el mismo lugar, cuando la corriente nos sacaba fuera de sitio nos recolocábamos siguiendo la dirección en que la corriente nos había llevado. Así, al ser las rocas del fondo estrechas pero muy largas, fuimos haciendo un barrido de Oeste a Este.

Total, que nos dimos una paliza de 10 horas en las que pescamos finalmente 4 rojas, 5 chopas, 2 peces zanahoria (creo que se llaman así este tipo de lábridos), 1 pulpo y un buen número de serranos. Todo esto traducido luego por la tarde en más de 2 horas limpiando pescado.

En resumen, la zona que visitamos fué muy provechosa, lástima que esté un poco lejos. Sólo se tiene que salir un poco antes de puerto y ya está.