Pero tenía dos puntos positivos a mi favor:
a) La caña estaba partida justo unos dos centímetros por la parte de la unión (la caña es desmontable en dos piezas), por lo que en la reparación perdería poca longitud.
b) Justo en ese momento iba con personas que me dijeron el procedimiento a seguir, el cual voy a detallar a continuación y que no resulta apenas complicado.
Para la restauración iba a necesitar:
- Hilo (yo utilitcé trencilla del 0'36 que tenía por casa) Hay que decir que hay un hilo específico para estos casos y para asegurar las anillas a la caña.
- Una sierra para cortar metal
Primeramente hay que "sanear" la zona; es decir, de la parte que se ha crujido, con la sierra hacemos un corte limpio 1 o 2 cm más arriba.
Posteriormente se hace la mezcla de los dos componentes de la resina de epoxi. Hay que trabajar sin prisa pero sin pausa, ya que el pegamento que he utilizado secaba en 2 minutos.
Se unta con la resina desde la parte que hemos serrado hasta un poco más arriba para que el hilo nos quede ya pegado al empezar a dar vueltas.
Lo dicho, damos vueltas y más vueltas con el hilo tensándolo bien hasta conseguir un espesor considerable o hasta que lo veamos resistente.
A continuación, volvemos a mezclar los dos componentes de la resina y bañamos bien el hilo. Esta capa de pegamento nos hará la función de endurecimiento, entanqueidad y enbarnizado del hilo.
Se deja secar de 24 a 48 horas y la caña ya está lista para la acción otra vez.
Aquí podemos ver las dos partes de la caña perfectamente empalmadas. |
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