Tras ver unos movimientos de agua y posteriormente me enseñase su poderosa aleta dorsal en pos de mi popper, se me pusieron las piernas a temblar con lo que se me venía encima (o de mi señuelo): un palometón grande, muy grande. No puedo decir no qué pesaba ni qué medía ya que por desgracia no llegó a posar para la cámara de fotos ( y eso que seguramente lo hubiera indultado), pero os aseguro que el bicho imponía.
Al llegar el señuelo casi a mis pies la bestia se decidió,abalanzándose finalmente sobre él y comenzó la carrera, la lucha.Yo ya sabía de antemano que tenía perdida la batalla, ya que el equipo que uso de spinning es ligero: una caña de 2,70m y acción 7-25gr, un carrete Shimano Catana 2500 y, el gran error!, un trenzado Power Pro de 0,10mm.
Equipo de spinning que uso |
Palometón capturado anteriormente, sobre el mes de abril. |
Pero este artículo no era para hablar de la "no captura" (si es que al final me enrollo y no hay quién me pare...jejeje)
Este artículo es porque quería comentar una captura que me sorprendió, ya que no es muy normal pescar desde costa a spinning y a principios de julio un verderol de un kilo. Fuí cerca de casa, por la Xanga, en Playa den Bossa. El mar estaba agitado, espumoso y el viento de cara no favorecía para nada mi trabajo; el dia era más propicio para la práctca de pesca con boya o suret que no para hacer spinning.
Tras un buen rato de tirar y tirar un Long Casting de Rapala, me mordió el susodicho señuelo un bonito verderol casi cuando sacaba el artificial del agua. Lógicamente enseguida buscó refugio entre las rompientes, por lo que me temí que me enredase el hilo en alguna roca, provocando la pérdida de la pieza otra vez.
Finalmente y después de dejar que hiciese unas carreritas lo puse en seco.
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